Cómo dejé de preocuparme y aprendí a amar todes
Inicio con una aclaración obvia pero necesaria: no amo todes. Elegí este título porque la fuente de donde viene —la película Dr. Strangelove o cómo dejé de preocuparme y aprendí a amar la bomba de Kubrick— tampoco es una apología de la carrera armamentista de la Guerra Fría. La cinta…
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