“¿Cómo nos relacionamos con el ritmo que impone el colapso de una realidad dislocada? ¿Qué nos comunica la voz, el gesto, su sonoridad, su resonancia, todos esos ecos que se inscriben en este presente? 𝗘𝗹 𝗖𝗶𝗰𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗻𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀 𝗘𝗱𝗴𝗲𝘀 𝟮𝟬𝟮𝟭 retoma esta serie de flexiones para cuestionar desde una perspectiva crítica la forma en la que nos vinculamos con las prácticas intermediales, centradas en la noción de una virtualidad que, en ocasiones, opera en detrimento del espectro perceptual y la potencia que entraña el cuerpo, la escucha o la intuición.” Platicamos con su curador Fernando Vigueras y esto fue lo que nos dijo.

Jeronimomx: ¿Cómo nace el proyecto?

Fernando Vigueras: Hace varios meses, durante un encuento con David Camargo, coordinador del Laboratorio de Imágenes en Movimiento del Centro Multimedia del CENART, comentábamos sobre la pertinencia de orientar Edges, el proyecto que durante cinco años ha realizado para el CMM en colaboración con distintas curadoras y artistas, hacia los diferentes entornos virtuales a los que debido a la pandemia, muchos actos e intervenciones artísticas han tenido que adecuarse. 

Edges ha sido un espacio donde distintas creadoras y artistas audiovisuales han presentado su trabajo, con un perfil dirigido hacia proyectos que exploran la interacción del live coding y otras herramientas digitales con distintas salidas intermediales, a veces vinculadas al sonido, al video, o al despliegue que puede darse en distintas plataformas virtuales.

Me parecía pertinente entonces, plantear una propuesta curatorial que pudiera hablar del código, desde un lugar sensible, situar la experiencia audiovisual en un territorio que fuera reconocible y vinculatorio, en ese sentido, creo que la voz, es un elemento cargado de información y una forma inherente a nuestra experiencia cognitiva. Explorar la voz como un territorio reconocible desde sus hendiduras y contornos melódicos, donde la palabra se manifiesta en ese acto instintivo como algo completamente asible e inherente a nuestra naturaleza y marca profundamente nuestra memoria, trastocando completamente la forma en la que nos percibimos y reconocemos.

Gabriela Gordillo

J: ¿Cuáles fueron los criterios de la curaduria?

FV: Esta edición de Edges se titula – La memoria de la voz – y tiene como detonantes varias ideas que se originan a partir de pensar la voz como una forma que codifica nuestras nociones iniciales de identidad. Ideando una forma de abordar el ‘código’ desde un lugar más cercano, creo que la voz puede ofrecernos muchas respuestas sobre la manera en la que se establecen vínculos vitales y sensibles con la realidad, desde su fundameto vibratorio y a través la escucha.

Tratando de germinar esa idea, me parecía pertinente hablar de la voz no solo como un instrumento del lenguaje, sino como un elemento identitario que tiene implicaciones profundas en nuestra manera de percibir el mundo y en la forma de traducirnos y reconocernos desde ahí. Ya lo sugería La Barranca de la forma más sublime en el coro de esa rola que decía: ‘Todo se resiente cuando cantas, animal en extinción’.

Creo que la forma en la que hablamos, se determina por la manera en la que nos relacionamos desde la escucha con nuestro entorno cercano. Hay todo un proceso que se inscribe en nuestra memoria, a través de la escucha y desde el momento en que experimentamos el lenguaje como canción, como mera forma flexible desde el balbuceo. De ahí a la posibilidad de generar un discurso poético o sublimar el lenguaje en ese abismo entrañable que sugiere el canto, se despliegan varios territorios que me interesaba merodear a través de esta propuesta.

J: ¿Cómo se conforma el programa de esta serie?

FV: El programa consta de cinco sesiones que exploran y complejizan formas donde la voz se reconoce a sí misma, como un elemento latente que se proyecta desde distintas temporalidades, entablando un diálogo simultáneo con la memoria presente, como sucede en el caso de la intervención sonora de Gabriela Gordillo, llamada (Spirale), o bien, surge desde un impulso visceral que evoca sonoridades y escuchas ancestrales, como es el caso de la pieza Abisal, de Aura Arreola, también se disocia como una constelación de Fragmentos que emergen desde células del lenguaje, trazos melódicos, residuos discursivos y un caudal de sonoridades que aterrizan en un canto monódico profundo en la propuesta de Maricarmen Martínez. De igual forma, me interesaba abordar la voz, los lenguajes expandidos y lo textual desde la práctica de alguien como Cinthya García Leyva, quien a partir de la idea del trenzado como gesto íntimo, plantea una metáfora del tejido, como un código y lenguaje sensible desde una acción compartida. Finalmente, la idea del canto que emerge de todo este magma vocal, aterriza de una forma generosa y entrañable, con la participación de la artista polaca Antonina Nowacka, una de las cantantes más propositivas a mi parecer en el contexto de las músicas experimentales, quien desarrolla un trabajo sumamente interesante relacionado con distintos estados y afectaciones emocionales y psíquicas, a través de la exploración de tonalidades y frecuencias específicas.

Cada presentación se plantea como una intervención in situ que se registra en audio y video, para realizar posteriormente una pieza audiovisual que tiene una salida pública a través de una transmisión online.

Solamente en el caso de Antonina Nowacka, quien viaja desde Polonia con un apoyo del Instytut Adama Mickiewicza se realizará una presentación en vivo con acceso controlado (si así lo permite la actual contingencia sanitaria que atravesamos), como cierre del ciclo el día 22 de octubre, la cual será transmitida online el día 4 de noviembre.

Antonina Nowacka

J: ¿Qué cruces encontramos en este nuevo ciclo?

FV: Creo que lo que se origina desde este ciclo, acudiendo a la diversidad de enfoques y prácticas que desarrollan las cinco artistas participantes, es un punto de encuentro o un territorio de convergencia a partir de ese elemento en común que es la voz. Situar el lenguaje, la voz en off del pensamiento, la experiencia viceral de la voz, el grito, los sonidos abyectos, pero también la poesía que entraña el canto y la entonación de las palabras, en un espacio de experimentación común.

J: ¿Nos podrias hablar sobre las prácticas intermediales?

FV: No soy ningún especialista y la pregunta es muy general. Me parece que las prácticas expandidas y las distintas hibridaciones disciplinares trazan un registro amplio y  un panorama fascinante de mediaciones y diálogos que dan lugar a un intercambio esencial de lenguajes, metodologías y aproximaciones, sin embargo, desde una postura personal, me interesa también la posibilidad de enunciación que surge desde una práctica o un ámbito concreto, como lo es la música en mi caso. Creo que situarse desde ese lugar, permea mi trabajo de ciertos  límites que determinan varios procesos, entre otros, colocar la intuición en el centro del ejercicio creativo y desde ahí, intentar traducir ciertas pulsiones, desde un imaginario que se corresponde con mis inquietudes y pretensiones como músico. No siento entonces que mi práctica se concentre en la hibridación de formatos, o en la extensión de ninguna técnica, si acaso, me interesa abrevar en una poética de la escucha y lo imprevisible.

Cinthya García Leyva

J: La virtualidad  sin duda nos plantea otras narrativas, otras esteticas  ¿cómo opera ésta en la nocion de concierto?

FV: Pienso que son ámbitos distintos. No podemos trasladar la experiencia de un concierto a un espacio virtual, simplemente por el ritual que implica situarse en un lugar, convocar a una audiencia específica y participar de esa interacción vital. Muchas veces el concierto es solamente un pretexto para encontrarse o desplegar una situación en la que convergen distintas presencias. Cuando todo esto se intenta sintetizar a través de la mediación de una pantalla, creo que hay un fracaso inminente.


Como bien apuntas en la pregunta, este ámbito virtual nos plantea otro tipo de plataformas, formas de converger y de acudir a otro tipo de herramientas como son los diferentes lenguajes audiovisuales que se han desarrollado desde estos medios, hablo por supuesto del cine y todo el entramado de formas que albergan los distintos medios de comunicación. Ahora bien, creo que cuando hacemos uso de estas herramientas de producción, en virtud de las prácticas escénicas, se puede ganar un territorio de exploración interesante. La única trampa en todo esto puede ser la idea de la inmediatez.

Creo que trabajar en función de ese flujo de información desbordado que establecen las comunicaciones desde los medios digitales, desvirtua todo el cuidado que puede tener un trabajo como el que estamos desarrollando en esta serie para Edges.


En ese sentido, cada presentación ha representado una labor extenuante tanto para las artistas invitadas como para la producción que realizamos. Ha sido interesante plantearse este trabajo como una serie de intervenciones in situ, que se transforman en piezas audiovisuales con una narrativa y una elaboración que intenta ofrecer una experiencia visual y de escucha entrañable.

Maricarmen Martínez

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Edges 2021 – La memoria de la voz, se presenta cada jueves, a las 19 hrs. desde el 30 de septiembre hasta el 4 de noviembre, a través del canal de Youtube del Centro Multimedia del CENART. Pueden seguir las transmisiones en vivo a través de las redes del Centro Multimedia.