Antes de escribir los relatos revolucionarios que la posicionarían como una de las grandes escritoras posrrevolucionarias, Nellie Campobello, todavía con su nombre de pila: Francisca Moya Luna, escribiría un libro de 54 poemas que conocería el mundo en 1929 con la edición del Doctor Atl: Francisca Yo! Aunque después se perdería su rastro. En algún momento, la ya consolidada bailarina y coreógrafa hizo cambios radicales en aquella versión y creó una nueva que apareció en Mis libros (1960), Yo por Francisca: “Sin embargo, en esta obra Nellie modificó radicalemente el contenido de su primer libro de poemas y casi nadie se ha percatado de ello; en primer lugar cambió el título, aparentemente sólo con una pequeña variación, pero de esta manera dio otro enfoque al contenido; y el segundo y más importante cambio fue que eliminó la mayoría de los poemas, dejando solamente la cuarta parta de los que contenía originalmente”[1]. En el año 2004, los investigadores Jesús Vargas Valdés y Flor García Rufino presentaron el volumen que recupera aquella primera versión de Francisca Yo! extraviada de 1929, de la que reproducimos algunos poemas aquí:

Fuerza Montañas Grandeza

Fui corriendo

a derribar

montañas

estaba ebrio

de grandeza

mi cerebro y de

fuerza mi cuerpo

Va a haber

desbordamiento

de fuerza

les decía

a mi paso

y voy a derribar

cerros

con mis manos

Miren como

puedo echar abajo

los árboles

volverlos

pedazos

Son mis manos

rojas de sangre

que me obedecieron

mas ellas se volvieron

pálidas

para pedir perdón

por la audacia

No quiero

manos pálidas

que pidan

perdón

al cielo

las quiero

rojas

para derribar

cerros

Que venga

el desbordamiento

de fuerza

y de grandeza

manos rojas para

derribar cerros

manos que no se

sorprendan de tener

cerebro.

**

Yo

Quiero jugar

muchachos

quiero jugar

vengan acá

vamos a saltar

correr a subir

por los pretiles

y a cantar

hacer muchas

cosas

hacer mucho

ruido

Alborotar

las piedras

sonar los botes

patear con

fuerza

en las banquetas

Destrozar

todas las flores

quebrar las macetas

Espantar las

gallinas

para que canten

con nosotros

Que los perros

ahullen

que ladren

que los pájaros

canten

que los gatos

salten

y que todos

se rían de nosotros

Vamos a jugar

muchachos hasta

cansar nuestros

espíritus fogosos

y cuando nuestros

brazos no puedan

levantarse más

y nuestras piernas

rendidas van a estar

le gritaremos

a la luna:

            Mira luna

esto se llama jugar.

**

Yo

Dicen que soy

Brusca

Que no sé

lo que digo

Porque vine

de allá

Ellos dicen

que de la montaña

obscura

Yo sé que vine

de una claridad

Brusca

porque miro

de frente

Brusca

porque soy

fuerte

Que soy

montaraz

Cuántas cosas

dicen

Porque vine

de allá

de un rincón

obscuro de la

mañana

Mas yo sé que

vine de una

claridad.

**

Sobre Arena

Yo no te pedí

tus lágrimas

Yo estaba jugando

al pedirte

tu alma

No ves que yo río

cuando me

dices amada?

Si no quiero

tus lágrimas

Yo te pedía

tu alma

Pero estaba jugando

Al juego

de las

almas

que no

quieren

nada.

[Todas las versiones de estos poemas fueron tomadas de Jesús Vargas Valdés y Flora García Rufino (Eds.). Francisca Yo! El libro desconocido de Nellie Campobello, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez/Nueva Vizcaya Editores, 2004]


[1] Jesús Vargas Valdés y Flora García Rufino (Eds.). Francisca Yo! El libro desconocido de Nellie Campobello, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez/Nueva Vizcaya Editores, 2004, p. 33.