La sociedad de carne y hueso es un organismo escénico formado en el año 2016 por Aura Arreola y que combina danza Butoh, artes escénicas y, recientemente, formatos intermediales. Dentro de sus proyectos han explorado el deseo, el erotismo, la intimidad, y han colaborado con más de 50 artistas de todas disciplinas. Platicamos con su creadora, y esto fue lo que nos dijo.

Edgar Rivas: ¿Cómo nace el proyecto?

Aura Arreola: Insiprada por Tatsumi Hijikata, uno de los fundadores de la Danza Butoh, quien tenía una compañía alterna de cabaret con los mismos bailarines con quienes creaba el Ankoku Butoh, decidí que era tiempo de explorar más el Eros del Butoh, que el conocido Tanathos. Se me ocurrió Sociedad de Carne y Hueso, como un guiño a los asuntos de la carne y el hueso –algunas veces llamamos también chuleta al sucio dinero–. En ese entonces logré convencer a Teresa Carlos, Marcela Vásquez y Raquel Salgado para crear una pieza que después nombraríamos: “El Festín”, al tiempo que hacíamos nuestro primer debut público con una activación performática para la exposición Desde el Fondo del tiempo, de Mauro Giaconi, en el Museo Universitario del Chopo. Esto fue en junio del 2016. En ella participaron también Liliana Segovia, Fernanda Palacios y, con música experimental, Alejandro Tux.

ER: ¿Cuánto tiempo llevan y cómo se ha ido transformando su proceso creativo?

En el 2021 la Sociedad cumplirá cinco años. A lo largo de su corta existencia, se ha transformado drásticamente, primero intentando una lógica más de compañía de artes escénicas, después un colectivo y, finalmente, ahora es más precisamente un organismo, pues ya no está centrada en sujetos particulares, sino en la vida que ha tomado. Yo lo sostengo como organismo, pero dejo que corra y juegue, experimente, también que descanse y se nutra de otrxs constantemente.

ER: El butoh y las artes escénicas, así como la transdisciplina son elementos que siempre están en su trabajo, ¿conceptualmente existen líneas temáticas recurrentes o con más peso dentro de sus procesos?

Nuestra práctica está centrada en desarrollar experiencias (syn)estéticas (como dice Machon) arte inmersivo generado mediante coreografías situadas, estímulos multisensoriales: iluminación, sonido, movimiento, contacto, algunas veces el gusto y el olfato, también conformar la experiencia. A partir de la pandemia, incursionamos en formatos intermediales de alter-virtualidad, los cuales dan cuenta de una necesidad de experimentar en y para el presente, especulando sobre posibles mutaciones de las artes vivas. Nuestras propuestas actuales buscan generar territorios-refugio (Rolnik) y nuevas formas de intimidad, como alternativas a las tecnologías del distanciamiento físico, para imaginar y ensayar otras posibilidades de creación, de producción del deseo, de redistribución de lo sensible y lo afectivo, que escapen a la destructiva lógica capitalista, neocolonial y heteropatriarcal, o a cualquier forma de control y represión sobre los cuerpos, más aún, sobre lo viviente: del antropocentrismo a la simbiosis multiespecie, de la esquizofrenia a la telepatía.

ER: ¿Qué diálogos se han generado por medio de este proyecto?

AA: La Sociedad de Carne y Hueso siempre ha tenido un espíritu profundamente colaborativo. Es impresionante que en cinco años hayamos logrado colaborar con más de 50 artistas de todas disciplinas. Principalmente en los proyectos El Festín y El Círculo de lo imprevisible. También muchas de las redes que generamos han detonado otras colaboraciones y proyectos. Algunxs artistas que podemos nombrar: Fernando Vigueras, Mauro Giaconi, Pablo Martínez Zárate, Juan José Rivas, Rogelio Sosa, Annalisa D. Quagliata, Rita Ponce de León, Carmina Escobar, Sebastián Solórzano, Andrea Ancira, Eugenia Vargas, Iraís Bermejo, Anabel Vengas, Adriana Olivera, Mauricio Ascencio, Yukio Suzuki (JP), Milo Taméz, Daniel Godínez Nivón, Cynthia García Leyva, entre otrxs.

ER: Las artes escénicas o artes vivas son un sector que en recientes fechas se han visto afectadas por falta de apoyo de espacios e instituciones, ¿cómo han sorteado este fenómeno?

AA: Urdiendo redes afectivas con proyectos y artistas que nos inspiran: Casa Abierta Oaxaca, Guyphytsy Aldalai, Fernando Vigueras, Eugenia Vargas, Sebastián Solórzano, Deny Ramos, El Círculo de lo imprevisible, La Eroteca, Dunkelkammer sessions… En 2020 nos resultó fundamental nutrir “resistencias afectivas” como lo llamó Guyphytsy Aldalai, y por ello decidimos organizar un encuentro presencial en noviembre llamado Espacio Interior. Convocamos e invitamos a artistas y amigxs, también conocimos gente nueva que se sintió atraída por nuestras propuestas. Repetiremos este encuentro por lo pronto en el primer cuatrimestre del año.

ER: ¿Qué más sigue o en qué otros cruces han pensado?

AA: El 2021 comienza con pequeñas certezas:

  • Vuelcos, Cartografía íntima (video: Ollin Miranda; música: Iván Naranjo; voz, violín, coreografía y performance: Aura Arreola). Proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de Creadores Escénicos 2019. Pieza interdisciplinar que devela distintas relaciones espacio-temporales entre el sonido y el cuerpo, la voz y la memoria, el sensorio y la afección, el gesto y la escucha. Transmitida por las redes del Museo ExTeresa Arte Actual, fecha por confirmar.
  • Espacio Interior 2021 propone un territorio fecundo para el re-encuentro de saberes/sentires del cuerpo en la naturaleza. Tres días y dos noches en Art Boretum, maravillosa sede en medio del bosque a dos horas de la CDMX, compartiendo con 17 participantes arte y vida común. Una celebración merecida, que, en apego a las medidas sanitarias, se nutrirá de afectos, relaciones, danzas y colectividad. Potentes y audaces investigadoras del movimiento, el cuerpo y las danzas butoh, Aura Arreola y Guyphytsy Aldalai, se reúnen nuevamente para profundizar en la experimentación de dos perspectivas cognitivas sobre butoh, cuerpo, sonido y movimiento. 13-15 de marzo 2021. Más información en eiexperiencias@gmail.com
  • Taller en línea: Danzas Butoh y gestos especulativos, guiado por Aura Arreola. Sesiones de alter-realidad virtual para una supervivencia colaborativa. Nos arrojamos al intento de proponer un espacio de experimentación creativa a partir de los terrenos fértiles, lúdicos e inacabados inspirados por Donna Haraway, y por quienes gracias a ella –o en digresiones– hemos encontrado. Revisitamos las danzas butoh, esta vez menos desde una perspectiva antropocéntrica, y más desde su sensibilidad multiespecie. El taller propone heterogéneos puntos de partida: materiales de lectura, escritura especulativa, grabación de paisajes sonoros, collages, encarnación de imágenes sensoriales (butoh-fu). A lo largo de las sesiones estaremos ensayando formas de involucrarnos mutuamente, construyendo una intimidad a distancia, quizá efímera, pero no por ello menos profunda, acompañando y atestiguando los procesos de lxs otrxs, cuerpos reverberando ternura radical. Más información en sociedaddecarneyhueso@gmail.com
  • El Festín regresará en 2021 con un evento presencial, un cupo muy limitado y en un espacio fuera de la CDMX, estamos muy emocionadas, pero aún no podemos compartir más información.