La literatura, tal y como la conocemos, comenzó con el grito, después el canto y mucho después la grafía. De este principio mítico (o ficticio) a la fecha, han pasado miles de movimientos y estéticas. Recientemente, nos enteramos que en el cono sur americano un sinfín de actividades se están generando a través del cruce de la literatura con otras disciplinas y plataformas. Platicamos con Esteban Castromán, uno de sus mentores.

 Existe, desde los sectores más conservadores, una “satanización” sobre el cambio en el lenguaje y la literatura en general, desde el uso de plataformas (youtube, AI, tik tok) hasta formas de escribir y pensar ¿cómo consideras dichos discursos?

Supongo que deben tener sus razones para verlo de ese modo, ya sea por intolerancia, conformismo, ortodoxia o miedo. Si bien respeto tal perspectiva, tanto como cualquier otra, confieso que me aburre muchísimo.

En todos lados siempre existió, existe y existirá la pulsión de buscar aquello que no está, aquello que aún no es. Funciona con el entusiasmo de lo nuevo, con el erotismo del deseo oculto por descubrir. Una energía irrefrenable.

Ocurre en distintos ámbitos como la ciencia, el pensamiento, el arte y la cultura, entre otros. Pero muchas veces no sucede en nuestra vida cotidiana, aunque debería, y solemos andar tristes, enojados o ansiosos, dejando que el tiempo pase, en un estado de confusa alienación domesticada.

Entonces me pregunto para qué sirven las innovaciones tecnológicas, las radiografías existenciales, las vanguardias estéticas y las rupturas creativas, si el mundo pareciera seguir infectado por las mismas problemáticas de siempre, pero remixadas mediante interfaces que renuevan sus versiones de consumo cada tanto.

Por eso, según mi opinión, más allá de temáticas y tratamientos, hay que escapar de un canon aun mayor que el literario para empezar a entender cómo darle sentido a todas las cosas que son y están ahí, a nuestro alrededor.

2. ¿Se puede hacer una genealogía de propuestas de ruptura en Argentina?

Sería bastante difícil resumirlo en una respuesta. Pero recomiendo la lectura del libro “TECNOPOÉTICAS ARGENTINAS (Archivo blando de arte y tecnología)”, que fue publicado por Caja Negra, mi editorial favorita, y cuenta con la curaduría de Claudia Kozak, donde tuve el honor de participar con un artículo sobre música noise argentina.

Organizado alfabéticamente cual diccionario, el libro desgrana lecturas que mapean el eje tecnológico del arte argentino: bioarte, ecoarte, glitch, guerrilla de la comunicación, instalación, net.art, remix, ruidismo, spam de arte, videoarte, son algunas de las tecnopoéticas en torno a las cuales se articula este archivo. Y artistas como Gyula Kosice, Julio Le Parc, Marta Minujín, David Lamelas, Víctor Grippo, Margarita Paksa, Edgardo Antonio Vigo, Roberto Jacoby, Claudio Caldini, Graciela Taquini son, entre tantos otros, algunos de sus nombres recurrentes.

3. A partir de la apropiación o globalización de la tecnología (entiéndase, computadoras, internet, AI), la literatura y demás artes empezaron a hacer uso de ésta ¿cuál crees, en el campo de la literatura, que podrían ser las propuestas más significativas y cómo las están implementando?

Si las cosas transcurren como un loop cíclico, tal vez lo más interesante del campo literario que está pasando hoy, en términos de formato, sea su regreso al origen, a aquella conexión con la oralidad: EL AUDIOLIBRO.

En esta época donde el tiempo es un recurso escaso, no renovable y de disponibilidad limitada, el audiolibro permite ser leído mientras realizamos otras tareas: conducir, caminar, tomar sol, cocinar, etc. Es económico y fácil de descargar. Además, estimula la lectura y promociona los contenidos mediante un acceso más simple que otros formatos.

Hace unos días tomábamos un café con mi amigo Juampi Bellini, que dirige ReadingU, una de las productoras más importantes de audiolibros y contenidos sonoros en español, y me dijo algo así: «… es que para lograr un resultado de calidad es importante cuidar hasta el más mínimo detalle, porque cada proceso forma parte de un engranaje que debe funcionar sin que nos demos cuenta. Es decir, la experiencia de disfrutar un audiolibro debe fluir con la sensación inmersiva de estar viajando al interior de su historia».

4.El juego es una de las actividades más exploradas en el campo del arte y la tecnología, ¿cuál es la propuesta desde la Argentina para el resto del continente?

Escribir ficciones junto con los demás y construir espacios alternativos de forma colaborativa, es una potente energía código abierto para transformar el mundo. A partir de esta premisa nació Imaginación Freestyle, un ciclo de talleres dirigidos al público joven que se lanzó en la última Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires. La idea es llevar esta iniciativa a otros lugares de la Argentina y de Latinoamérica. Espero que muy pronto podamos desplegar toda esta explosión de tecnología creativa en México. 

5. ¿Qué más propuestas o ideas estás gestando?

El proyecto que más me entusiasma es coordinar U_Lab, el área de innovación de la productora ReadingU: un colectivo de creatividad transdisciplinaria formado por profesionales de distintos ámbitos como literatura, periodismo, diseño, cine, teatro, artes visuales, psicología, comunicación, música, radio & TV, neurociencia, cómic y arte digital.

¿Todo empezó hace algunos años, intentando responder preguntas del tipo what if…?: ¿qué pasaría si al momento de salir a correr por el parque fuéramos protagonistas de una historia de ciencia ficción? ¿cómo sería viajar por el mundo a través de los sentidos sin gastar dinero? ¿y si convertimos una fiesta electrónica en una experiencia inmersiva de horror movie en tiempo real? ¿no sería genial que exista un juego para adivinar canciones y compartir entre amigos durante viajes o encuentros con poca onda?

Así creamos una nueva plataforma de audiohistorias originales interconectadas entre sí llamada MULTIVERSO SONORO: series de ficción que cruzan distintos géneros y estilos, donde participan cientos de actrices y actores, con paisajes sonoros grabados mediante tecnología holofónica. Algo así como una experiencia de podcasting expandido que podría ubicarse entre un audiolibro breve, atmosférico y groovy, un set musical con trama adictiva y una película sin imágenes.

El próximo paso es trasladar algunas de esas historias a espacios reales, llevarlas fuera de los auriculares para que alcancen una nueva escala performática y colectiva. Estamos desarrollando varias movidas para lo que resta del año: un formato de fiesta electroslasher (BAILA POR TU VIDA), una maratón de entertraining junto a un festival de cine de terror (THE RUNNING DEAD), un espectáculo interactivo donde la audiencia puede votar con su teléfono móvil las decisiones del personaje principal e intervenir en el avance de la trama (U_TURN).

Habrá más: muestras, salas de escape, itinerancias urbanas y dispositivos macabros, que en verdad serían ramificaciones 3D de la app RIDU, dedicada exclusivamente al terror sonoro con más de 500.000 fans distribuidos en 75 países y cientos de podcasts de ficción y audioseries originales en español para escuchar gratis.

¡Ojalá muy pronto podamos desembarcar allí con todas nuestras aventuras sonoras para encontrarnos con el público mexicano!