«Al Uno no se llega mediante un salto. Y tampoco sin perderse.»

Dionysius Andreas Freher, Paradoxa Emblemata

ENTRADA

Quiero entrar directamente en la esencia del libro Casa de hojas de Mark Z. Danielewski. Llegar a su centro, sin perder la panorámica, para poder entender esa trama urdida con una buena dosis de malicia por parte de su autor. Apenas comienzo y ya me encuentro perdido. ¿Debo pasar por las inevitables referencias al mito primigenio del laberinto, citar los laberintos poéticos barrocos, o a David Bowie rodeado de muppets? ¿A Borges? Sin duda será un poco complicado escribir sobre laberintos y literatura sin regresar varias veces al asunto Borges.

  Más de una persona me había comentado que Casa de hojas podría ser una lectura difícil. Lo que resulta complejo —lo que vuelve gozoso al libro— es no tomar lo ficticio por real, ni viceversa. Su lectura deja la impresión recurrente de que se ha pasado por alto un detalle oculto a simple vista. Una frase pequeña que podría darle sentido al todo, y que llevaría al lector a cruzar la puerta de salida. Si Mark Z. Danielewski hace el papel de Dédalo, creador de laberintos, ¿quién es nuestra Ariadna? ¿quién el Minotauro?

PASILLOS, GALERÍAS, ESCALERAS

¿Por dónde se «entra» y por donde se «sale» de Casa de hojas? Aventuro que el inicio y final de su historia no coincide con la primera y la última página del libro. Entonces, hay que tratar de cartografiar sin olvidar que el mapa no es el territorio; esbozar una descripción de su estructura y sus niveles de lectura.

A. Casa de hojas es un libro de ficción escrito por el autor estadounidense Mark Z. Danielewski (1966). Fue publicado originalmente por Pantheon Books en el año 2000. Tengo a la mano la edición en español a cargo de Pálido Fuego y Alpha Decay.

B.En la portadilla, Casa de hojas se presenta a sí misma como obra del autor Zampanò, con introducción y notas de Johnny Truant. La traducción al español es de Javier Calvo. Salvo por el traductor Javier Calvo, Johnny Truant y Zampanò son personajes ficticios. Desde este paratexto entra en juego la dicotomía realidad / ficción, creando una tensión que será mantenida a lo largo de toda la obra.

C. Casa de hojas es un libro publicado por una editorial ficticia. Este libro se compone de tres partes principales:

C.1. La historia de Johnny Truant, un hombre joven que vive en Los Ángeles. Truant se adueña de un baúl que contiene los papeles del viejo Zampanò. La lectura de estos documentos hace que Johnny comience a enajenarse de la realidad y posteriormente, que pierda por completo su salud mental. En sus anotaciones, Johnny da fe de un estilo de vida sórdido, pero lo más importante es su historial psiquiátrico familiar, que puede provocar la puesta en duda de la validez de Truant como narrador.

C.2. Los papeles de Zampanò. Son los textos de un grafómano ciego que, al momento de su muerte, escribía recluido en su departamento en LA. Zampanò trabajaba un ensayo sobre la película llamada El expediente Navidson. El ensayo de Zampanò está escrito con un estilo académico, profuso en notas al pie, que a momentos resultan excesivas, pero importantes en la construcción de la obra. Su bibliografía mezcla títulos reales y ficticios, que usan referentes como Gaston Bachelard, Jacques Derrida, o Susan Sontag, por citar algunos. Posteriormente aparecen figuras como Stanley Kubrick, Stephen King, Anne Rice, Harold Bloom, e incluso Hunter S. Thompson… todos ellos como personajes de El expediente Navidson.

  Cabe señalar que, en varios momentos, Johnny Truant asegura que la película sobre la que escribe Zampanò no existe ni existió. Esto lleva a suponer que probablemente todo sea fruto de la mente de Zampanò, o bien, del propio Truant: «En su mayoría, los escépticos afirman que todo el asunto es un fraude, aunque admiten a regañadientes que El expediente Navidson es un fraude de calidad excepcional.»[1]

C.3. El expediente Navidson es una película que da testimonio de los acontecimientos ocurridos en la casa de Ash Tree Lane, en el estado de Virginia, EU. La familia Navidson se muda allí para afianzar sus vínculos personales, pero una vez instalados en su nueva residencia, ésta comienza a cambiar: los muros presentan medidas internas que superan a las externas, o la aparición de un corredor en donde antes no había nada y donde físicamente no podría haber un corredor. La casa comienza a «desdoblarse» hacia adentro, hasta convertirse en un laberinto gigantesco, frío y oscuro, que amenaza con devorar a la familia Navidson y a sus allegados.

  La aparición de El expediente Navidson en la década de los 90, genera un intenso fenómeno cultural que despierta el interés de artistas y académicos de todo el mundo, así como un alud de publicaciones sensacionalistas o comentaristas de ocasión.

D. Las Cartas de Whalestoe. Es una serie de cartas que Palafina H. Liéve le escribe a su hijo, Johnny Truant, mientras está hospitalizada en el manicomio. Fueron publicadas en la segunda edición en inglés del libro (A). Estas se corresponden con el nivel de lectura C.1, pero al ser incluidas en el Apéndice II, también coparticipa del nivel de lectura B.

E. Los personajes del libro Casa de hojas (A) leen el libroCasa de hojas (C), y las fugas intradiegéticas siguen y siguen; la obra dentro de la obra dentro de la obra… hasta que el lector se encuentra atrapado en un fabuloso laberinto.

SALIDA

Para el deleite, y quizás el horror de sus lectores, el libro crece. Mark Z. Danielewski hace gala de un arsenal de recursos para lograrlo: juegos tipográficos y de colores de impresión, sugestivas frases «bajo borrado», collages, listados anafóricos, así como un curiosos uso de name dropping. También se pone en juego la disposición espacial del texto dentro de la página, haciendo gala de pertenencia a la tradición del golpe de dados mallarmeano. Abundan los epígrafes, índices y apéndices, así como la vieja confiable treta poundiana de usar citas en griego antiguo, latín, hebreo, sánscrito, braille, o clave Morse.

  Acaso el lector se sienta constantemente desorientado. Cuando recién agarra el ritmo de lectura, intrigado por lo que le sucede a la familia Navidson (C.3), se ve forzado a atender las notas de Zampanò (C.2), o las Johnny Truant (C.1), o las de los editores (B). El acto de la lectura se facilita cuando uno se encuentra con textos tan airados que parecen abandonados en el espacio re-simbolizado de la hoja en blanco, o bien, se ralentiza después de que al andar por páginas es necesario regresar sobre ellas dos o tres veces más, o al tener que voltear el libro cubriendo ángulos de 180° o 90°. El lector se puede preguntar cuándo aparecerá el Minotauro, que quizás no sea otra cosa que su paciencia bramando furiosa.

  Casa de hojas es una construcción en abismada, hauntológica en el sentido planteado por Mark Fisher, compuesta de ecos y reminiscencias de la cultura occidental del S. XX que fue, pero también del que pudo haber sido. Sus páginas tienen cabida para el horror metafísico, la pedantería, una historia de amor posmoderna, un puñado de bromas, y, prácticamente, un poco de todo. El Aleph consumado.

SALIDA REAL

No hay salida de laCasa de hojas.[2]

Danielewski, Mark Z. Casa de hojas. 9a. Ed. Pálido fuego / Alpha Decay. Madrid. 2020.Traducción: Javier CalvoPáginas: 736.


[1] DANIELEWSKI, Mark Z. Casa de hojas. 9ª ed. Alpha Decay & Pálido Fuego. 2020. P.3.

[2] «El laberinto conduce también al interior de sí mismo, hacia una suerte de santuario interior y oculto donde reside lo más misterioso de la persona humana. Pensamos aquí en la mens, templo del Espíritu Santo en el alma que se halla en estado de gracia, o también en las profundidades del inconsciente. Una y otro no pueden ser alcanzados por la consciencia sino tras largos rodeos o una intensa concentración hasta esa intuición final donde todo se simplifica por una especie de iluminación. Allí, en esa cripta, se vuelve a encontrar la perdida unidad del ser, que estaba disperso en la multitud de los deseos.» Chevaliere, Jean. Diccionario de los símbolos. Herder, 1999. p.p. 621 – 22.