247 mil muertos después, existe incertidumbre.

247 mil muertos después, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registra 232,314 homicidios. 14, 686 menos.

247 mil muertos después, México es un cementerio a campo abierto, un terrible y macabro tiradero clandestino de cadáveres.

247 mil muertos después, hay más de 36 mil personas extraviadas o desaparecidas. Levantadas, secuestradas, perdidas o esclavizadas, no lo sabemos.

 247 mil muertos después, Siria sigue en guerra con un registro de 500 mil muertes, y nosotros, sin guerra, pero a la mitad, sumando.

Según estadísticas, 247 mil muertos después, este año debemos sumar 30 mil cadáveres más en las calles, más las personas levantadas, secuestradas, perdidas o esclavizadas.

247 mil muertos después, al menos 280 fosas se han localizado en 19 de los 32 estados de la república; cuerpos, o partes de cuerpos en siniestros entierros a pleno sol.

247 mil muertos después, seguimos sin conocer la cifra de los cuerpos que han sido disueltos en ácido o incinerados.

247 mil muertos después, y seguirán quedando padres y madres sin hijos, niñas, niños y adolescentes huérfanos o reclutados por el narcotráfico o en las redes de trata de personas.

247 mil muertos después, más familias tendrán que vivir duelos sin cuerpos presentes.

Lo que estamos padeciendo es peor que una guerra.

247 mil muertos después, y seguimos paralizados como en 2008.

247 mil muertos después, y pareciera que se trata asesinos seriales, auténticos psicópatas capaces de los peores sadismos. Acciones macabras a diestra y siniestra.

247 mil muertos después, y los filósofos siguen hablando del mal radical: un mal en el que se sintetizan nuestros peores miedos: la tortura, la mutilación, la desaparición de los seres queridos…Homicidio sufriente.

247 mil muertos después, el dolor, el terror y el sufrimiento ajeno son el objetivo primario del perpetrador.

247 mil muertos después, y seguimos preguntándonos: ¿cómo ser hospitalario con un psicópata? ¿Cómo ser empático con un carnicero? ¿Cómo humanizar a quien desprecia a tal nivel la vida?

247 mil muertos después y existe incertidumbre.

 

 

 

* Apropiación a partir del texto: México, 247 mil muertos después de Saúl Arellano