Las mujeres menstruantes pueden
emprender búsquedas y trazar rutas.
Las mujeres menstruantes pueden
soportar a sus maridos, a sus hijos, a sus patrones.
Las mujeres menstruantes pueden
trabajar 12, 14, 16 horas continuas con o sin goce de sueldo o goce de algún tipo.
Las mujeres menstruantes pueden
limpiar polvos ajenos, acarrear agua potable, ir a reuniones, acudir a mítines.
Las mujeres menstruantes pueden apretar o soltar el piso pélvico al agacharse o levantar cosas pesadas, con cuidado para que no se les mueva la toalla, el tampón o la copa.
Las mujeres menstruantes pueden
quedarse sin comer porque no hubo tiempo, no alcanzó el dinero o no les apetecía nada.
Las mujeres menstruantes pueden,
mantener el buen humor aunque no les den las gracias, ceder el asiento del metro aunque estén muy cansadas, platicar con la abuela cuando llegan a casa.
Las mujeres menstruantes pueden
antes de dormir cenar en abundancia, fumar dos, tres o hasta cuatro cigarrillos, tomar una, dos o tres tazas de café, de té o botellas de cerveza, tomar analgésicos, un somnífero o unas fumadas de marihuana.
Las mujeres menstruantes pueden ante todo
ser mujeres,
ser menstruantes,
ser de todo…