Visibilidad nocturna
(A manera de introducción)
“El deseo: haz que todo sea más que todo y siga siendo todo.”
Maurice Blanchot.
La idea que anima la propuesta de hacer una estética cinematográfica es ver al cine como una forma de pensamiento a la vez que hacer un ejercicio de pensar el cine desde el cine, acercamiento que nos permite penetrar en la imaginación, esa forma de pensamiento originario de la que surge las imágenes del arte. Desde mis primeros ensayos sobre cine, la escritura ha sido motivada por la experiencia de los filmes, atravesamiento sensible que como un rayo ilumina un espacio de pensamiento con y entre las imágenes. El cine piensa a la vez que da lugar a cosméticas, ordenes estéticos que nos hacen ver, pensar, sentir y habitar el mundo de manera distinta, intensificada, extraordinaria, es en este sentido que las ideas-cine se comunican con las ideas filosóficas. Los ensayos que componen este libro, plantean una serie de conversaciones imaginarias, secretas o inconfesables entre el cine y la filosofía. Así, ficcionamos el encuentro entre Werner Herzog y Georges Bataille, en cuya comunicación surgen los conceptos operatorios de imagen-incandescente, imagen-espejismo o imagen-extática mismos que nos sirven como senderos para pensar la obra del director alemán de Stroszek a Invencible. En un segundo movimiento nos acercamos a los trabajos ensayísticos de Herzog mismos que ponen en operación la docu-ficción en la búsqueda de una verdad extática. Los ensayos imaginarios de Herzog son el vehículo para hacer una crítica a la modernidad, el modo de vida capitalista y al antropoceno, así su cine dialoga con algunos filósofos y pensadores contemporáneos tales como: Guattari, Serres, Latour o Lovelock diálogo que va de la imagen-desastre a la ecología de las imágenes, en una línea en zigzag que parte de Fata morgana y llega hasta Fireball.
El segundo ensayo dedicado a la obra de Andrzej Zulawski pone en escena el dialogo inconfesable, secreto entre el director de origen polaco y la heterología de Georges Bataille, ambos autores fascinados por el erotismo y la experiencia interior, que es la experiencia de lo sagrado. La Imagen-extática libera la lógica de la transgresión misma que acontece en las tres formas del erotismo: cuerpos, corazones, místico. Tanto en la obra de Zulawski como en la obra de Bataille encontramos una dimensión ontológica del amor y el deseo, misma que vincula a ambos autores con la filosofía de F.W.J Schelling. Zulawski crea una serie de imágenes de lo imposible, la experiencia límite, la puesta en cuestión del ser que a través del conflicto amoroso revela el conflicto originario entre libertad y necesidad, haciendo sensible la potencia del deseo: imagen del ansia. La imagen-extática es una imagen-danza una forma de no-saber, un movimiento acéfalo y afásico.
Siguiendo esta línea problemática, el tercer ensayo es un acercamiento a la escritura cinematográfica de Marguerite Duras y el ejercicio trágico de dar lugar a imágenes del deseo. El cine de Duras es un cine imposible y de lo imposible, esta vez la conversación se hace audible, el dialogo entre ella, Blanchot, Deleuze y Foucault. En el cine de Duras la imagen-extática se expresa a través de la potencia de la imagen-sonora: el grito que atraviesa toda la obra, las voces, la música y el silencio.
De manera análoga, penetramos en la obra de Philippe Grandrieux a través del concepto de imagen-vibrátil, misma que surge del ensamble entre la imagen-visual y la imagen-sonora, ensamble que revela y expone las intensidades, las fuerzas y el deseo interior a los cuerpos. La obra de Grandrieux mantiene un dialogo imaginario con la pintura de Bacon, Schiele y Courbet y un dialogo filosófico con Deleuze y Quignard mismo que da lugar a una lógica de la sensación.
Por su parte, el último ensayo está dedicado a la obra del joven cineasta de origen gallego Lois Patiño, quien en un diálogo permanente con la pintura logra captar la experiencia de lo sublime, experiencia extática del paisaje que al mismo tiempo da lugar a una arqueología audio-visual poética en donde aparecen paisajes originarios, anteriores al hombre, en los cuales reverberan las leyendas y la mitología. En la imaginación del paisaje, Patiño crea un espacio de ensoñación en el que resuena el pensamiento de Gaston Bachelard o Georges Didi-Huberman.
La creación de conceptos es la puesta en juego de una filosofía ficción, Imagen-extática es un concepto operatorio, múltiple y diferencial a través del cual hemos tejido un hilo invisible entre la obra de Herzog, Zulawski, Duras, Grandrieux y Patiño. La Imagen-extática es un juego entre lo visible y lo invisible, entre lo audible y lo inaudible, entre lo sensible y lo insensible, entre el desastre y la dulzura, el espacio-tiempo entre, heterotópico de lo imaginario, el deseo, la sensación y la ensoñación que se hace sensible en las imágenes cinematográficas.
* Este es un fragmento del libro: La Imagen Extática. Herzog, Zulawski, Duras, Grandrieux. Patiño. de Sonia Rangel, publicado por editorial UNAM.